La primera vez que me hablaron de Groupon los chicos de Trourist, hace más o menos un año, me pareció una idea buenísima. Con el trabajo comercial que habíamos realizado previamente con DDonosti.com tuve claro enseguida que la idea en Donostia podía funcionar.
Mientras @fizeta y un servidor (más @fizeta que yo), nos dedicábamos a buscar posibles anunciantes, La Personnalite y a2h nos dejaron la web preparada.
El 2 de noviembre fue el primer día. Desde entonces y en los últimos 7 meses la evolución ha sido espectacular: casi 8.000 usuarios registrados y 5.000 visitas únicas al día y unas tasas de conversión, dependiendo del día y la oferta que han llegado al 20%.
A la vista de artículos que se están escribiendo en torno a las páginas de compra colectiva, me gustaría aclarar algunos conceptos con respecto a la filosofía de negocio de Deskontu.com:
Esto es un invento, que si se gestiona bien, en el que todas las partes ganan: usuarios, negocios e intermediarios. El usuario obtiene un producto o servicio a un precio reducido, el negocio se da a conocer con un coste por persona controlado, y el intermediario se lleva una parte.
Usuario = Ganar; Negocio = Ganar; Intermediario = Ganar…..Todos = Ganar
La experiencia del usuario con Deskontu no acaba en el momento en el que hace el pago y obtiene el código para poder ir a disfrutar del Deskontu. Acaba en el momento en el que DISFRUTA de ese servicio.
Ahora bien, si estiramos demasiado la cuerda, se rompe y la ecuación se convierte en Usuario = Perder; Negocio = Perder; Intermediario = Perder…..Todos = Perder
Estas son algunas de las formas de que se rompa la cuerda:
1. Comisión excesiva al negocio: si un restaurante ofrece un menú al 50% de descuento, nosotros como intermediarios no le podemos cobrar otro 40% de comisión de las ventas. No tiene sentido que el restaurante de un menú de 30€ acabe cobrando 9€. Hay un termino medio.
2. No somos un banco y nuestro negocio no está en sacarle rendimiento al dinero acumulado en nuestra cuenta. (Para eso ya está PayPal, algún día de estos contaré nuestra experiencia con ellos). El dinero que recaudamos se les transfiere a los negocios a los pocos días de haber publicado la oferta, porque el dinero, ES DE ELLOS.
3. Publicar ofertas a unos precios ridículos: noche para dos personas en casa rural 8€. Si un negocio te plantea una oferta de este tipo, raro, raro.
Al final el acaba pagandolo es el usuario. Le van a prestar, en muchos casos, un servicio “low cost”, y por poco que haya pagado, a nadie le gusta esto.
Y vuelvo a repetir, la experiencia del usuario no acaba en el momento en el que compra, acaba cuando la DISFRUTA.